martes, 9 de abril de 2013

Querido Diario

Querido Diario hoy el día fue ... 

Es la frase de cajón con que usualmente las mujeres iniciamos una pagina en un diario, pero en este caso la cosa es diferente, este no es un diario común como los que se regalan cuando eres niña, o los sofisticados de hoy  que traen mejor seguridad (con registro de voz, llaves especiales y hasta luz)  y no como en mi niñez que con solo abrirlo se podía conocer los sentimientos mas profundos, pero acá están abiertos a todos sin ninguna restricción de algún tipo, sin el temor a ser criticados y juzgados, solo son pensamientos que quiero plasmar, sentimientos que muchas veces son los que nos maltratan el alma y a nadie se lo podemos contar, porque en muchos casos a nadie le importa, le interesa o no desee leerlos. 

Como mi primera entrada al blog, quiero de ante mando querido lector pedir disculpas por si no lleno sus expectativas con mis entradas, si no se siente identificado con mi escritura que un poco burda y falta de estilo con la que hablo, si tampoco lo hace con los temas que planteare en las diferentes entradas semanales que haré, o si sencillamente no le importa, lo entenderé. También quiero dejar claro una cosa, son pensamientos propios, sin pedir ayuda a nadie, y para los muchos o pocos que me conocen sabrán a que tipo de cosas me refiero, para los que hasta hoy me conocen, a medida del tiempo me entenderán y tal vez me odien, tal vez me amen o nunca les genere ninguna sensación. 

¿Por qué lo hago? ¿Por qué de esta forma? ¿Para que un Blog? preguntas que no resuelven nada, vacías en su planteamiento, simples en su respuesta, lo hago porque quiero que alguien  en algún rincón del mundo  se identifique, y en esta forma mas sencilla que hablar con la gente, porque ya la gente no habla, solo se chatea y se dejan mensajes en los muros de facebook o se twitean,  y el blog esta para esto, para escribir si se quiere cosas absurdas con y sin sentido, vacías o necesarias, para dominar demonios  a titulo personal, los míos y tal vez los suyos, así que mi querido lector, sea bienvenido a los diarios de una mujer invisible.  

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