Desde hace mucho creía que la amistad era un de las cosas
mas preciadas por los seres humanos, esa plena convicción la tenia a mis
tiernos 10 años, pero una amiga a esa edad, me rompió el corazón por primera vez y supe
desde entonces que el mundo era quien estaba equivocado con respecto a esa
relación humana afectiva. Pero el mundo en si estaba bien, la equivocada era
yo. Me criaron con la afirmación de la amistad en dos lados opuestos. Desde mi
madre que me dice aun que los amigos no existen y la del colegio en donde la
amistad es primordial en las relaciones interpersonales en cualquier ámbito de
la vida. Pero la vida me ha mostrado otra cosa, “ay la vida”.
Sentarme a contar cuantas decepciones he tenido y cuantas
veces he tenido que sanar ese pedacito de corazón roto que he tenido por culpa
de la falsedad de algunas amistades, tendría que pensar en todas las ocasiones
y revivir viejos demonios que no quiero volver a enfrentar porque ya están
muertos. También he pecado de ese mal, si yo también le he roto el corazón a
algunos amigos, solo en mi defensa diré que nunca lo hice con mala intensión,
nunca maltrate a nadie, tal vez y solo tal vez no le brinde mi ayuda a alguien,
no estuve en un momento feliz de su vida, porque en los tristes siempre estuve, y soy culpable por abandonar a alguien cuando mas necesita, por preferir mi integridad antes que la de ella, pero ya recordar todo esto me hace creer que también soy tan culpable como
aquel amigo que me partió el corazón. Y si lo soy.
No creo ya en tantas cosas rosas de la amistad, creo mas
bien en los actos de la gente, en las pequeñas cosas que marcan la diferencia.
De esos amigos, compañeros, socios o como quieran llamarlo, que aun llaman el
día de tu cumpleaños y te felicitan en Facebook, así hables con ellos un día antes. Por
aquellos que se preocupan por ti y a pesar de las dificultades y de la
distancia, por whatsapp te escriben o se conectan a Facebook para saber de ti.
Esos que siempre preguntan por como va tu vida y se maman dos horas de
problemas y siempre tienen la sonrisa y la respuesta de tus males. Aquellos que
conocen tu familia, tu vida intima tu todo, (solo dos amigos han conocido a mi
papá y eso ya dice mucho de ellos). Hoy valoro aquellos que se acuerdan de mi
para un trabajo, para una llama, para un favor. Mi mejor amigo que parece ya
mas mi hermano, le he confiado mucho y aun queda mucho por confiar. Él también esta
acompañándome en la responsabilidad de cuidar a mi hija. Es parte de mi
familia.
También este blog esta dedicado a ese amigo que me hizo escribir
esto, muchas gracias por hacerme retomar mi escritura, es por lo único que le
puedo agradecer, porque es de aquellos que no me tiene en cuenta para un
trabajo o para un saludo.
Para aquellos que se sientan identificados con lo que hoy he escrito,
compártelo si sabes que tienes amigos incondicionales o si tienes esos amigos
que te parten el corazón.